Capítulo 18: Las píldoras ♥

23.9.09 en 15:40

Cuando volví a despertar, tenía un dolor de cabeza terrible, y la garganta me dolía más de lo que duele con un simple resfriado. Era como si tubiera gripe, pero sin voz. No había nadie en la habitación, y ya estaba oscureciendo. Me dió miedo pensar que podría haber estado desmallada muchos días. Miré al lado de mi cama y estaba el bolso de Fabián. Eso era un alivio, porque estaba por acá. Entonces alguien entró con un café en la mano y bostezando, al parecer no había dormido mucho en los últimos días. Era él. Apuró el paso cuando se dió cuenta de que había despertado, y prendió la luz. Se sentó a mi lado y me dedicó su más bella sonrisa.

- ¿Cómo estás dormilona?

Yo le sonreí con ganas. Era mi único modo de expresarme, y sinceramente, sin contar el dolor de cabeza y de garganta, estaba bien. Me iva a recuperar, aunque tardara un poco. Sin embargo, esta es la experiencia más aterradora que e vivido. Los médicos dirán lo que me ocurrió, tendré que ser paciente.

- Sami, me voy a tener que ir.. mañana después de clases volveré, como lo he hecho toda esta semana.
-Le hise señas de que me pasara un lapiz y una libreta, para, de algún modo, comunicarme mientras aun no recupe el habla.

Le escribí: Ok, te veo mañana. Estoy muy feliz de saber que me voy a recuperar. Cuando te vallas, ¿puedes llamar a la enfermera? Porfis. A propósito, ¿cuando rato dormí? y, ¿qué hora es? lo que pasa esque me desmallé, le tengo miedo a las agujas. Te amo


- Bueno, yo la llamo. Y nosé exactamente, pero te desmallaste más o menos en la mañana, y ya está casi de noche. Te dejamos dormir porque necesitas descansar. Tén, te dejo mi reloj de mano para que sepas que hora es, luego me lo devuelves. Aunque si llego tarde a clases, es tu culpa jajaja.

Eran las 8.12 PM, el horario ya comenzaba a cambiar.. me dio un beso rápido y se fué, cerrando con delicadeza la puerta. En unos instantes la enfermera vino.


Le escribí: Señorita, ¿cuándo van a estár los exámenes listos? y, ¿me puede dar algo para la cabeza?, me duele mucho, igual que la garganta.

- Enseguida le traigo un píldora. Los exámenes estarán listos pasado mañana. Tendrá que estar en absoluto reposo hasta ese entonces. -Me trajo un vaso con agua y no una, si no que 6 píldoras de diferentes tamaños y colores- Esta, es la píldora para el dolor de cabeza. Pero estas otras, son las que el doctor Marín receto para usted. -explicó- Aquí tiene, si necesita algo puede tocar este botón y vendré enseguida.

Terminé de tomarme las píldoras y se fué, llevandose el vaso. No había visto ese botón. La última vez que estube en un hospital aún no era tan moderno. Al rato, se me paso el dolor de cabeza, pero el de la garganta, seguía, persistente. "Creo que definitivamente me agarré una gripe" pensé. Tantas píldoras, hisieron un efecto adormecedor en mi. Y, como no tenía en qué más entretenerme, me dormí.
Habrá que esperar, para saber algo más.

23.9.09

Capítulo 18: Las píldoras ♥


Cuando volví a despertar, tenía un dolor de cabeza terrible, y la garganta me dolía más de lo que duele con un simple resfriado. Era como si tubiera gripe, pero sin voz. No había nadie en la habitación, y ya estaba oscureciendo. Me dió miedo pensar que podría haber estado desmallada muchos días. Miré al lado de mi cama y estaba el bolso de Fabián. Eso era un alivio, porque estaba por acá. Entonces alguien entró con un café en la mano y bostezando, al parecer no había dormido mucho en los últimos días. Era él. Apuró el paso cuando se dió cuenta de que había despertado, y prendió la luz. Se sentó a mi lado y me dedicó su más bella sonrisa.

- ¿Cómo estás dormilona?

Yo le sonreí con ganas. Era mi único modo de expresarme, y sinceramente, sin contar el dolor de cabeza y de garganta, estaba bien. Me iva a recuperar, aunque tardara un poco. Sin embargo, esta es la experiencia más aterradora que e vivido. Los médicos dirán lo que me ocurrió, tendré que ser paciente.

- Sami, me voy a tener que ir.. mañana después de clases volveré, como lo he hecho toda esta semana.
-Le hise señas de que me pasara un lapiz y una libreta, para, de algún modo, comunicarme mientras aun no recupe el habla.

Le escribí: Ok, te veo mañana. Estoy muy feliz de saber que me voy a recuperar. Cuando te vallas, ¿puedes llamar a la enfermera? Porfis. A propósito, ¿cuando rato dormí? y, ¿qué hora es? lo que pasa esque me desmallé, le tengo miedo a las agujas. Te amo


- Bueno, yo la llamo. Y nosé exactamente, pero te desmallaste más o menos en la mañana, y ya está casi de noche. Te dejamos dormir porque necesitas descansar. Tén, te dejo mi reloj de mano para que sepas que hora es, luego me lo devuelves. Aunque si llego tarde a clases, es tu culpa jajaja.

Eran las 8.12 PM, el horario ya comenzaba a cambiar.. me dio un beso rápido y se fué, cerrando con delicadeza la puerta. En unos instantes la enfermera vino.


Le escribí: Señorita, ¿cuándo van a estár los exámenes listos? y, ¿me puede dar algo para la cabeza?, me duele mucho, igual que la garganta.

- Enseguida le traigo un píldora. Los exámenes estarán listos pasado mañana. Tendrá que estar en absoluto reposo hasta ese entonces. -Me trajo un vaso con agua y no una, si no que 6 píldoras de diferentes tamaños y colores- Esta, es la píldora para el dolor de cabeza. Pero estas otras, son las que el doctor Marín receto para usted. -explicó- Aquí tiene, si necesita algo puede tocar este botón y vendré enseguida.

Terminé de tomarme las píldoras y se fué, llevandose el vaso. No había visto ese botón. La última vez que estube en un hospital aún no era tan moderno. Al rato, se me paso el dolor de cabeza, pero el de la garganta, seguía, persistente. "Creo que definitivamente me agarré una gripe" pensé. Tantas píldoras, hisieron un efecto adormecedor en mi. Y, como no tenía en qué más entretenerme, me dormí.
Habrá que esperar, para saber algo más.