Con un movimiento de cabeza brusco me centré en el presente. Abrí el libro con delicadeza. La tapa era café, y con bordes como de ramas. Olía a viejo. En el centro titulaba “Criaturas mitológicas y leyendas de Grecia” y abajo ponía editorial minotauro. Muy a juego.
Tenía algo así como 120 páginas. Era muy sencillo. En el índice salían muchas cosas, tipo: “Abante”, Arpías”, “Basilisco”, “Centauros”, “Cíclopes”, “El dragón de Cólquida”, “Hidra de Lerna”, “Hipocampo”, “Janto y Balío”, “León de Nemea”, “Medusa”, “Minotauro”, “Ortro”, “Pegaso”, “Las sirenas y su canto”, “Zorra Teumesia”, “Las yeguas de Diómedes”, “Toro de Creta”, “Telquines” y muchas más descripciones, sus historias y leyendas. Además, incluía una guía completa sobre los dioses Griegos.
De casi todas me habían contando historias, o en algún sitio había oído la leyenda. Eran muy interesantes. Pero, después de ojear algunas cosas sospechosas, me centré en lo que más me llamaba la atención.
Quede paralizada con la descripción. Todo cuadraba.
Esa noche no dormí. O quizá si. No lo sé. Tenía mucho miedo como para darme cuenta si dormía, soñaba o miraba a la oscuridad sumida en mis pensamientos. ¿Porqué me habían elegido a mi, entre millones de personas en el mundo?, o, ¿Por qué cuando recién empezaba a tener esos sentimientos?, o mejor aún, ¿Porqué tenía que ser mujer? Ahora que lo pensaba, era más odioso de lo que creí siempre. Tener el periodo, la celulitis, las estrías y la depilación nunca habían sido preocupaciones para mí. Pero, sumándole esto, era mil veces peor.
Los exámenes delataron que tenía una anemia leve, por eso el desmayo. Y una gripe de otoño. Nada más. Pero yo sabía que no era así. Podría haberme ido hoy, pero prefería esperar a mañana, porque hoy no me podía venir a recoger mi madre, y no me quería exponer a ningún riesgo caminando por ahí en estas condiciones. De solo pensarlo se me ponían los pelos de punta. Le asentí fríamente a la enfermera cuando me vino a dar los resultados. Ella le restó importancia, y se marchó tarareando alegremente una canción desconocida para mí.
Fabián nunca llegó. Ni un mensaje, ni una llamada. No me animé a llamarlo. No sabía que era lo que pasaba, seguro que tenía sus razones. Más bien; me daba miedo seguir acercándome a él. Pero era inevitable.
Todo me daba vueltas. Tal vez tan solo había sido una horrible pesadilla. Tanteé con desesperado frenetismo la mesilla de noche que estaba a mi lado, en busca del interruptor de la lámpara. Todo era silencio. Volví a tomar con delicadeza el libro, y abrí el índice, buscando con morbosidad el título que necesitaba. Ansiaba que hubiera sido una equivocación mía, una alucinación de la fiebre. Pero allí estaba, intacto, casi alegre, impreso en aquella página color amarillo desgastado.
Con un gesto de amargura, y con el estómago en la garganta, me decidí a comprobar lo incierto. A manipular mi cordura. Abrí la página 63.
“Kαταραμένος χήρες (Viudas malditas):
Su nombre se remonta hace más de 100 generaciones atrás, cuando en las proximidades de Atenas solía existir un pequeño pueblo, del que se dice, su nombre era “Frustración Celestial”. De aquel pueblo, tan solo quedan ruinas actualmente.
La leyenda se basa en un grupo de vecinas que solían tararear alegremente mientras tejían al calor del fuego en sus casas, a la espera de sus maridos.
Pero cuando a uno de aquellos hombres, se le fue la mano con las copas, y volvió tatuado de besos rojo carmín, la camisa desbotonada, y hablando estupideces, las mujeres lo comprendieron todo, y comenzaron a maquinar su plan: ciegas de ira, dolor e impotencia.
Uno a uno, los infieles maridos fueron desapareciendo. Todos lamentaban su pérdida, el pueblo estaba triste por su marcha misteriosa y sin sentido. Cuando, 3 años después, las 5 vecinas estaban viudas, y todos sospechaban a escondidas de su falso sufrimiento y de sus malvadas lágrimas, desaparecieron, sin dejar ningún rastro.
Se dice que los dioses convocaron sus espíritus, y los mandaron a las tinieblas, vagando por la oscuridad, en medio de la podredumbre, dejando a sus cuerpos podrirse en el campo abierto, en aquella pradera en medio del bosque, en la que ningún hombre había pisado jamás sino 70 años después, donde se supone, hallaron los huesos.
Cuando cumplieron su condena de sufrimiento, y les tenían un lugar en donde podrían descansar en paz, ellas no lo aceptaron, y huyeron despavoridas, tanteando todo con sus deformes manos, porque los ojos ya no le respondían ante la luz.
Desde ese entonces, vagan por el mundo entero, buscando a todos los infieles, y llevándose a las mujeres con ellas, para reclutarlas y hacer que dejen a los miserables sin su amor, porque no se lo merecen. La mayoría de las veces, se equivocan, matando a muchas mujeres tan solo por celos insanos, ya que ellas nunca recibieron aquel amor correspondido del que las otras gozaban.
Una vez que localizan a su víctima, no la dejan en paz. Le van quitando de a poco la energía, la dejan ciega, muda o sorda. Van de a poco, haciendo sufrir, para que se den cuenta de su error. Casi siempre las historias acaban con algún muerto, ya sea la mujer, o el infiel, dependiendo del caso y de cuantos celos sientan las viudas. La única solución es dejarse llevar, o luchar por el amor verdadero. Pero si este no es correspondido, habrá que abstenerse a las consecuencias, pues el poder de las viudas sin nombre es más poderoso que el de un simple mortal, pero sin embargo más frágil que una hormiga en comparación al amor verdadero, aquel del que ellas jamás serán cómplices.”
¡Tantas lunas! bueno les escribo porque les quería hacer una pregunta.. yo sé que no puedo pedir mucho, porque soy bastante irresponsable y todo eso. Pero aún así, ¿porqué ya no comentan? es decir, antes tenía muchos más comentarios y ahora a lo mucho 3 o 5, ¡o incluso menos! y quisiera saber si es porque les da flojera escribirme algo o es que ya no les gusta como está mi historia. Me gustaría saber, para quizás tomar otro rumbo. Lo curioso es que todos los días tengo bastantes visitas, pero comentarios, ninguno. Entonces eso. Pedirles que si les gusta, me comenten, aunque sea un "Me gustó mucho el capítulo" y si no, también, díganme en que puedo mejorar. Besos, y ¡ojala hayan disfrutado este capítulo! :)